Faenza: breve cronología
Faenza, de origen romana, es una espléndida ciudad de arte cuya fama era ya notoria en épocas del Renacimiento por la producción de objetos de cerámica de factura exquisista exportados a muchos países europeos. La denominación misma se ha convertido en sinónimo de cerámica (azulejo) en muchos idiomas, entre ellos el Francés (Faïance) y el Inglés (faience). La ciudad floreció notablemente, a partir de la segunda mitad del Siglo I d.C. gracias a su vocación por la agricoltura y al desarrollo de actividades industriales como la producción de objetos de uso, cerámica para la edificación y textiles en fibras de lino. Pasado un período de decadencia, que desde el Siglo II se prolongó hasta los años del principio de la Edad Media, nuevamente encuentra su prosperidad a partir del VIII Siglo. Alrrededor del año Mil, bajo el gobierno de los Obispos, y sucesivamente en la edad comunal, vivió un prolongado momento de riqueza y expansión residencial urbana que alcanzó su punto máximo en la épocas de la Señoría de los Manfredi. Bajo el gobierno de Carlo II Manfredi, en la segunda mitad del XV Siglo, se realiza el plano de renovación urbanística del centro histórico de la ciudad. Después de una breve dominación veneziana, Faenza pasó a formar parte del Estado Vaticano hasta 1797. El rostro actual de la ciudad se ha formado, seguramente, en este dilatado arco de evolución histórica, enriqueciéndose en el tiempo con su architectura de gran notoriedad, y fuerte influencia renacentista.
Palacios, plazas con soportales y una catedral de pura matriz toscana.
La presencia de la arquitectura más significativa en Faenza, se concentra en las dos plazas contiguas: Piazza del Popolo, limitada de dos escenográficas alas con los soportales a dos niveles, y la Piazza della Libertà. La Piazza del Popolo hospita los palacios del Podestà y el Ayuntamiento, ambos de origen medioeval. El primero sufrió una minuciosa restauración durante los primeros años novecientos, y el segundo -que fuera radicalmente transformado durante los años 1700- sirvió como Palacio del Capitano del Popolo, y posteriormente residencia de la señoría de los Manfredi. Sobre el costado oriental de la Piazza della Libertà surge la magnífica Catedral, una de las más importantes expresiones del arte renacentista en la Romagna, aunque con clara influencia toscana. Su construcción, sobre el proyecto de Giuliano Da Maiano, se inició en el 1474, concluyéndose en el 1511. No ha sido ejecutado el revestimiento frontal en mármol, quedando así la fachada inconclusa. El interior cuya planta son tres naves paralelas, sugiere una evidente referencia al San Lorenzo florentino de Brunelleschi, y custodia numerosas obras de arte del período renacentista, sobre todo esculturas donde se destacan las arcas de San Terenzio y San Emiliano de escuela toscana del 1400, y la de San Savinio, probablemente esculpida por Benedetto Da Maiano en Florencia. Frente a la Catedral, los soportales llamados Portico degli Orefici (Portal de los Joyeros) que fue construído en la primiera decena de los años 1600, como así también la Fuente monumental, cuyos bronces igualmente pertenecen al Siglo XVII. Antes del ingreso a la Plaza, surge la Torre del Reloj, reconstrucción posterior al período de la ocupación alemana durante la Segunda Guerra Mundial, de la torre original del 1600 colocada en la intesección de los dos ejes principales de la “Faventia”, cruce central en la planimetría del trazado de las ciudades romanas. Otros importantes ejemplos del patrimonio monumental del centro histórico son el Palacio Milzetti, la más rica y significativa obra de la arquitectura neo clásica en toda la región, y el Teatro Masini (1780-1787), uno de los más bellos teatros italianos.
La azulejería de Faenza: Toda la luz y los colores del Renacimiento.
En Faenza es posible visitar una de las colecciones de arte más bellas y completas del mundo: La que se conserva en el Museo Internacional de la Cerámica, que reúne piezas realizadas en este material, provenientes de distintos lugares del mundo y de diversas épocas históricas. Se pueden admirar desde antiquísimos cántaros del mundo clásico, hasta modernas obras de Chagall y Picasso, y una vastísima sección dedicada a las cerámicas faentinas del Renacimiento. Otras colecciones de arte de particular interés se encuentran expuestas en la Pinacoteca Comunal, el Museo Diocesano, el Museo Bendandi y la Biblioteca Manfrediana. La producción histórica de los azulejos de Faenza ha sido reconocida en el mundo entero como uno de los momentos de mayor creatividad artística lograda con materiales cerámicos. Esta tradición nació gracias a una feliz coincidencia de situaciones favorables: los terrenos del lugar, ricos de arcillas, la continuidad en los siglos de fructíferas relaciones comerciales y políticas con la vecina Toscana (principalmente con Florencia), y una gran sensibilidad y disposición hacia esta forma de arte. Los artistas y artesanos de Faenza, de este modo, han desarrollado y perfeccionado en el tiempo, la decoración de objetos hechos a mano, que actualmente se exhiben en unas 60 tiendas de arte cerámica en actividad, especialmente en el centro histórico, en donde se ofrece al turista la posibilidad de adquirir piezas únicas y exclusivas.
Arte, Folklore, Deportes en Eventos de gran atracción.
Los Concursos Internacionales de cerámica antigua y contemporánea, convocan a Faenza, en los meses de setiembre y octubre, artistas, coleccionistas y amantes de la azulejería de todo el mundo. El Palio del Niballo, espectacular torneo medioeval entre los cinco caballeros de los «rioni» (barrios) faentinos evoca cada año, en el mes de junio, la pompa y las luchas en épocas de la Señoría de los Manfredi. La carrera podística “100 Km. Del Passatore” entre Florencia y Faenza, es una competencia que se disputa el último fin de semana de mayo de cada año convocando atletas de todas partes del mundo. A los amantes de los placeres de la buena mesa, Faenza ofrece acogedores restaurantes en el centro histórico y en las verdes colinas de los alrededores. Entre los platos de la cocina faentina, se destacan tagliatelle, cappelletti, lasagne, strozzapreti de pasta “hecha en casa”, exaltadas con el típico sabor del «ragù» de carne, tradicional especialidad romagnola.
Prados, Flores, Espejos de Agua en el corazón de la ciudad.
Faenza es una ciudad verde. En proximidad del Museo de Ciencias Naturales, que hospita una importante colección naturalística, se encuentra el Jardín Botánico que conserva más de 170 especies de plantas espontáneas presentes en Romagna. El verde público urbano cubre una superficie aproximada de 100 Ha. y es objeto de especial atención por parte de la administración pública. El Parque Bucci, realizado en el 1968 se extiende en 8 Ha. de verdes ondulaciones y zonas de agua ricas de peces y pájaros, además de patos y cisnes. Una de las atracciones del parque es una nutrida colonia de cigüeñas. Los jardines públicos ofrecen la posibilidad de agradable recreo, entre agua y flores, en varias áreas de la ciudad.
Valles verdes, históricas mansiones, y el paisaje cársico y agreste de la Vena del Yeso.
Faenza, ubicada al pié de las primeras estribaciones apenínicas, goza de una privilegiada vista y posición, además de un suggestivo paisaje agrario: viñedos en colina, cultivos ordenados con evocación de los antiguos sistemas romanos, y huertos fértiles en la llanura. En proximidad de la ciudad, en los verdes valles del torrente Samoggia o del rio Lamone, se destaca la presenzia de numerosas residencias gentilicias de los años 1700, y otras no tan antiguas, inmersas en nobles parques o insinuadas por largas avenidas de cipreses. Entre ellas podemos mencionar la «Villa Rotonda» construída entre el 1798 y el 1805, sobre un proyecto de Giovanni Antonio Antolini, y la «Villa Case Grandi dei Ferniani» familia faentina célebre por la intensa actividad de manufactura cerámica de los Siglos XVIII y XIX, de cuya memoria testimonia la increíble colección de obras y objetos de arte allí custodiados. Son múltiples las posibilidades de practicar excursionismo en la cercana área cársica de la Vena del Yeso, recorriendo las cimas con afloramientos de selenita, y descubriendo extraordinarias formaciones de gargantas, despeñaderos y barrancos. Son de gran interés las visitas guiadas al Parque Cársico de la Grotta Tanaccia y al Parque Natural Carné, vastísimo espacio naturalístico dotado de centros de información y descanso. Otro recorrido de gran sugestión, se encuentra en el alto valle del torrente Sintra, entre bosques y ruinas de fortificaciones medioevales, desde Croce San Daniele hasta Ca’ Malanca, donde se puede visitar un pequeño museo dedicado a la Resistencia.
